sábado, 13 de agosto de 2011

Obvio: De como empezó todo

Siempre he tenido gusto por escribir aunque lo hago poco y sin fines específicos. Hoy empiezo con este diario en el que trataré de inscribir con frecuencia lo que se me vaya ocurriendo.
Hoy por ejemplo le he estado dando vueltas a una propuesta de un sobrino cineasta que quiere filmar a toda la familia en una escena navideña como la que todos los años tenemos. Hace la advertencia de que habrá en su película escenas para adultos.
Antes de escribir mis divagaciones sobre el tema, puntualizo que soy el décimo de 12 hermanos, 11 casados y cada uno en promedio con tres hijos. La familia incluyendo hijos, nietos y bisnietos suma alrededor de 140 personas and counting y mi madre con sus 92 años sigue siendo el elemento de cohesión. No nos juntamos todos el 24 de diciembre de cada año, pero si la gran mayoría. Empezamos temprano, como a las 7 de la noche ya que unos cenan ahí y otros se van a casa de sus familias políticas, por lo que el intercambio de regalos termina como a las 9, hora que unos se van y otros nos preparamos para la cena.
El clímax de la reunión es que alguno de nosotros se disfraza de Santa  Claus y los papas llenamos un costal con regalos para los más pequeños. Hay una gran expectación y es una algarabía completa la reunión. Ralla en el desmadre total ya que solo de adolescentes y niños la Navidad pasada había mas o menos 25 personas y adultos éramos 35 más, así que fácilmente se vuele caótico el evento. 
No obstante lo anterior, es una gran tertulia que resalta la unión familiar en una época del año especial para eso y que todos tratamos de poner lo mejor de cada uno para hacer que el evento sea un éxito. Si es una reunión única por sus dimensiones y características. La calidez es evidente y el espíritu de fiesta aun mas.
Curioso, siendo tan grande es un evento íntimo y Carlos mi sobrino quiere incluirlo en su próxima película. ¿Me interesa que esto quede expuesto a la imagen de cientos de personas que juzgarán, sin conocer, las dinámicas familiares?, ¿Qué carajos tiene que hacer una escena familiar tradicional con una escena de adultos?, Conociendo lo que hace mi sobrino, ¿Lo va a tratar con orgullo o será material para denostar a la familia, el espíritu navideño y burlarse de lo que disfrutamos sus consanguíneos?
Además de lo anterior, somos una familia razonablemente unida y esto creo que nos puede dividir. ¿Cuál será la reacción de mi hermana (la mamá del cineasta) ante la negativa de participar? ¿Cómo le decimos que no sin que sea motivo de conflicto?, ¿Cómo evitamos la división? El conflicto ya esta creado pero eso no me preocupa porque lo podemos manejar bastante bien, pero si este se profundiza por la falta de transparencia de los intereses del cineasta ¿Existen riesgos?
Me vale madres él  y lo que piense, pero no quiero verme inmiscuido en una película que no me va a gustar. No me quiero arriesgar a que por su mordacidad me exponga a mí, mi esposa o mis hijas o de hecho, a cualquier miembro de mi familia en una esquizofrenia inventada por Carlos.
¿Cómo mandarlo a la chingada sin conflictuar demás?